Mañana es el gran día, por fin recojo a Loti, mi Ragdoll Seal Bicolor
Os engañaría si dijera que me siento tranquilo. Mañana va a ser el día en el que recoja a Loti y volvamos juntos a su nuevo hogar. Ya está todo listo y lo enseñaré en un vídeo, también cómo será su llegada. Pero más allá de preparativos, grabaciones y cosas en definitiva accesorias, de lo que realmente tengo ganas e ilusión es por ver cómo será su reacción una vez le abra la puertita de su transportín.
Llevo viendo crecer a mi Ragdoll en imágenes, en fotografías... desde que nació, desde que era un pequeña ratita y aunque sea extraño y desde luego, no sea mutuo, es como sentir una especie de vínculo hacia él y con él. Ya expliqué en los dos primeros vídeos de mi Canal de Youtube, El Ragdoll y Yo, las sensaciones que me causaban adquirir un ragdoll a través de un criadero, pero sí es verdad que existe una especie de vínculo indescriptible. Más teniendo en cuenta que nos ha pillado una pandemia en medio del proceso de adopción del gatito.
Digamos que siento que el transcurso de estos tres meses y pico ha sido tan rápido como lento. Por un lado tengo la sensación de llevar semanas y semanas pidiendo a Verónica, la criadora de Nubium Ragdolls donde adquiero a Loti, fotos y fotos y más fotos. Pero por otro lado... tengo la impresión de que fue ayer cuando hablé con ella por primera vez. Qué leches, si es que tampoco ha pasado tanto tiempo...
La cuestión es que a estas horas, 20:31 hora española de mañana... ya estará en casa. Veremos cómo de extrovertido es, introvertido, si se asusta, si se esconde o si directamente se pone a jugar. En los gatos, nunca se sabe cuál va a ser su reacción, pero sea cual sea... es un gato, le va a poder la curiosidad y va a querer salir a explorar ese nuevo mundo.
Por otra parte, no puedo evitar sentir cierta pena por "despegarlo" de su familia, de sus hermanos y del que ha sido su hogar desde que ha nacido. Va a ser un viaje algo largo para él y el pobre va a estar absolutamente desubicado. Es inevitable sentir pena por sacarlo de su hogar, pero la atención que recibirá en el nuevo va a ser muy buena.
Me pregunto también qué sentirá la familia que ha cuidado a Loti y sus hermanitos. Supongo que dependerá del carácter del propio gato y de las personas que hayan convivido con él pero... ¿sentirán pena? A fin de cuentas, lo han visto crecer, lo han tenido en la época más "bonita" o digamos "dulce" de su vida, desde que nace, es un cachorrito y apenas puede abrir los ojos, menear y sostenerse.
A mis manos va a llegar un Ragdoll Seal Bicolor que está hecho un chavalillo. No sé cuál sería la edad equivalente a los humanos, pero yo por el aspecto que tiene me lo imagino como un chavalillo de 3 a 5 años. Y como tal ha de actuar, juguetón, alegre, activo y con ganas de comerse el mundo... que aunque no sea muy grande, se lo tendrá que comer. ¡No le queda otra!
La ilusión por tener al gato me ha llevado a publicar mi primera publicación en Instagram, donde no empiezo de cero y ya sé que hay al menos varias personas que van a ver y verán la publicación. Os la he puesto más arriba.
Os compartiré nuevas experiencias que vaya adquiriendo a medida que Loti sea uno más.
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